¿Por qué las Pymes no debemos esperar financiación bancaria a medio plazo?

Comenzamos el blog con el tema de mayor importancia para las Pymes españolas, la práctica imposibilidad de obtener financiación bancaria. En mis conversaciones habituales con empresarios es el tema más recurrente desde hace unos años, y a mi entender el más grave: hay empresas que con una mínima financiación serían viables y se están viendo obligadas a cerrar, pero también hay empresas que podrían estar creciendo en sus mercados, o expansionándose internacionalmente, y al no poder hacerlo están hipotecando su futuro. Es una situación dramática para nuestra estructura empresarial y nuestro futuro como país.

Lo cierto es que las Pymes no tenemos, ni vamos a tener, fácil acceso a la financiación bancaria debido a la "pinza" estranguladora, mortal, que se está produciendo a consecuencia del crecimiento de la Deuda Pública Española y a nuestra pertenencia al Euro. Voy a intentar explicarlo del modo más sencillo posible que he encontrado por ahora, (seguro que con vuestros comentarios lo puedo simplificar y mejorar más).

¿Porqué los bancos no nos prestan dinero?

Los bancos tienen, básicamente, tres tipos de clientes, las Familias, las Empresas y las Administraciones Públicas (AAPP). En el año 2000, la proporción en la que prestaban a los tres era aproximadamente 1/3 a cada uno (374 mil millones AAPP, 300 mil millones a Familias y 300 mil a Empresas. Es lo que se llama una cartera de clientes equilibrada.

Esta deuda fue creciendo de modo salvaje desde ese año 2000 al 2011 en los tres clientes, aunque algo más en empresas (1.200 mil millones), y algo menos en AAPP (737 mil millones); a eso se refieren los políticos cuando nos acusan de vivir por encima de nuestras posibilidades. Realmente estábamos todos, AAPP, Empresas y Familias, en una situación nada agradable en 2011: todo el mundo endeudado al triple en sólo 11 años.

¿Y cómo ha evolucionado desde entonces? En 2013, la Empresas y Familias han reducido su deuda de modo relevante, pero la de las AAPP han seguido creciendo. Además, las previsiones son que la Deuda Pública va a seguir creciendo en los próximos años. Es claro porqué, ya que hasta ahora no se han producido ajustes estructurales acordes con la gravedad de la situación en ninguna de las AAPP; los ajustes realizados son meramente estéticos y no han llegado a compensar la caída de la recaudación. Esta es la primera pata de la pinza que está estrangulando nuestro crédito: El sector público no está haciendo los deberes.

 
 
 
"Bueno, - podríamos pensar -, como los bancos habían prestado en total más dinero en 2011, (hasta 2887, ver gráfico) tienen algo de margen para prestar a las empresas". Pues aquí llegamos a la segunda pata de la pinza: la pertenencia al Euro.

El Banco Central Europeo, tal y como está constituido, no tiene la capacidad de comprar Deuda pública de los países miembros. Esto es así y hasta que pueda modificarse, (y ya veremos cómo), tardará aún unos años. Mientras tanto, los inversores prefieren comprar Deuda alemana que Española, así que ¿quien piensan Vds. que está comprando el incremento de Deuda Pública española? Acertaron, los Bancos Españoles. La escasa capacidad de otorgar crédito para destinar a Pymes esta siendo desviada a la compra de deuda pública, en una operación que además por ahora les resulta muy rentable, ya que pueden financiarse a un coste bastante más bajo que el interés que les paga el sector público. En 2013, el 75% de los nuevos préstamos de la banca española ha ido destinado al sector público.

Estas son las malas noticias para las Pymes, ninguna de las dos patas de la pinza se va a solucionar en los próximos dos años, por lo que no cabe esperar ningún cambio al respecto. Las soluciones para obtener recursos que nos quedan no son pues precisamente "bonitas", vender partes de la empresa para obtener liquidez, conseguir accionistas, financiar a través de instituciones privadas proyectos concretos, obtener financiación en otros países, o intentar vender fuera: difícil panorama para insuflar optimismo.

Juan Carlos Campo Clavería.

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