La música de los 80

El pasado viernes me llevaron a un bar de Madrid donde ponen buena música española de los 80. Huertas estaba medio vacío, pero para entrar a este bar había una buena cola; una vez dentro, el disfrute estuvo asegurado: la música, - y las letras -, española de esa época era mucha, muy variada y muy buena. Sin embargo, hoy la industria languidece, la buena música escasea, solo se promocionan grupos o cantantes prefabricados dirigidos a mercados muy determinados y que se olvidan de una estación a otra.
En cuanto se piensa un poco en las razones de aquel éxito y se compara con la situación actual, daría para escribir varios libros, por lo fácil que resulta encontrar analogías a nivel de industria, pero también a nivel de país, de su similaridad con las actuales startups tecnológicas o simplemente como ejemplo para nuestros nosotros y nuestros jóvenes. Seré muy breve aquí, pero quiero destacar lo que me parece más importante de aquel éxito.

-         La industria musical era abierta, arriesgada, dinámica, no aspiraba a controlarlo todo y sabía dar su espacio a los grupos y compositores; orientaban, pero no creaban, se limitaban a sacar partido comercial a lo que ya existía de modo natural. Hoy no es así, los años de éxitos se les han “subido a la cabeza” y se creen los creadores del mercado por delante de los consumidores; encima luego se quejan de que no se venden discos o de que la piratería les roba.

-          La mayoría de los músicos empezaron muy, (a veces muy-muy), jóvenes; muchos de ellos habían estado en varios grupos hasta que les llegó el éxito, con un compromiso total por su profesión y la música, no necesitaban cochazos, pisazos ni lujos, hacían lo que querían hacer. Y cuando los tuvieron, probablemente porque sabían el esfuerzo que les había costado y por el amor a su profesión, en general no perdieron la chaveta; tanto es así que muchos de ellos mantienen aún ese compromiso con la música, tantos años después.

-         No existía internet, pero había otros medios de copia; creo que no me equivoco mucho si afirmo que el 90% de la música que podía tener un jovencito normal, eran copias no originales en “cassete”; no se compraba porque no se podía, pero te hacías fiel a algunos grupos y considerando el ciclo de vida del producto muchos rentabilizaron bastante bien, (algunos aún están rentabilizando ahora), aquella facilidad de acceso de entonces.

-           La voz es solo un instrumento. Lo importante de verdad es tener algo auténtico que contar y querer hacerlo, aprender cada día aunque no se sea el más virtuoso de la guitarra ni se tenga la voz de Montserrat Caballé.


Una industria que estimule la creación y la diversidad y aporte una mínima financiación y acceso al mercado, ilusión, compromiso y trabajo a raudales, dejar de mirarse el propio ombligo y concentrarse en aprovechar las ventajas del entorno y prestar atención a lo importante, lo que la gente aprecia y por lo que sí está dispuesta a pagar, parece una buena fórmula de éxito para hoy en día, ¿no os parece?

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