Estas navidades me “enganché” a la
serie de TV policiaca “Castle”, como complemento a mi habitual
“Elementary”, que es otra cosa. Bueno, me resultó fácil, porque
entre Cuatro, AXN y que ya va por la séptima temporada lo raro
hubiera sido no verla ;-)
Es una serie “blanca”, sin
violencia o truculencias, no hay un detective super-brillante, los
casos se resuelven fundamentalmente por el trabajo en equipo de
personalidades muy diferentes desarrollado en un entorno creativo,
sin miedo al fallo, que estimula el escritor Richard Castle y que se
contagia al equipo policial. En el fondo es un enfoque más
empresarial que policíaco. Pero lo que más me llamó la atención
es que, al menos en la mayoría de los episodios que vi, el
trabajo detectivesco era un gran ejemplo de lo que uno
podría esperar de lo que debería ser un científico de
datos, del desarrollo tecnológico que podemos esperar
en el futuro cercano y de cómo crear un entorno que facilite, a
partir de obtener información relevante, la generación de
pensamientos “out of the box”.
Parece broma que una serie menor,
concebida como entretenimiento para toda la familia, sea un manual de
Big Data casi para seguir a rajatabla. Estos guionistas
norteamericanos son la pera.
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